Tertuliando en la Tertulia

Si bien la calidad-precio, sigue siendo un factor que no juerga mucho a favor de los locales especializados en satisfacer los paladares de los sibaritas
caraqueños, en La Tertulia, Francisco Acero, hace lo conveniente para mantener la sempiterna clientela que lo acompaña desde tiempos remotos.

Para él, mantener el legado de su padre ha sido un reto que ha logrado sortear con afán, entusiasmo y constancia. En consecuencia, no se deja amilanar por la competencia y mantiene el top de calidad del cual siempre le habló Jaime Acero, su padre, quien siempre suele ser recordado por los clientes asiduos, gracias a varios de sus inventos en la cocina, los cuales han seguido sus discípulos siempre con el intento de superar al maestro.

Allí, en La Tertulia nació el Turbante de Mero, plato emblemático que aún es exigido por los comensales que se da cita en el local los fines de semana en ceremonia familiar. Son muchas las exquisiteces propuestas en su menú. Muchas de ellas datan de la fecha de fundación y otras han sido innovaciones acordes con los gustos de la nueva clientela, así como las impuestas por las nuevas tendencias en la materia.

Algunos platos dignos de ser degustado son los pimientos de piquillo rellenos con Mero o Bacalao, el ceviche de Mero, los calamares rellenos en varias presentaciones, los langostinos y los camarones al ajillo, el "rabo encendido" el cochinillo al horno, el carpacho de salmón, el filete de pargo menier y por supuesto, toda una variedad de arroces que van desde la típica paella valenciana hasta los asopados y la paella de mariscos.

La barra, para los amantes de las bebidas espirituosas, es bastante agradable y dispone de todas las bebidas tanto nacionales como importadas. Sus dos salones, tanto el de la planta baja como el del primer piso, son confortables para el placer de los sentidos cuando de comer manjares tradicionales se trata.

Abre dede las 12 del mediodía hasta las 10 de la noche y dispone de parquero para a comodidad de sus visitantes.

Dirección: Acabala a Urapal. Tlf 574-02-76    


“Tertuliando” con Paco Acero

Francisco Acero, desde hace cuatro años decidió continuar con la saga de su padre Don Jaime Acero. Luego de la partida del padre, la madre, Consuelo López, decidió asumir las riendas del negocio, pero desde hace ya un tiempito, dejó encargado a Paquito, mientras tomaba una merecida  jubilación. Así  pues,  La Tertulia continuaba en manos de la misma generación y al hijo menor, le tocaba entonces continuar el camino emprendido por el padre.

El local cuenta con dos niveles bastante confortables para la clientela que a diario lo visita. En el inferior se puede disfrutar de una barra exquisita, amplia y cómoda para hacerle honor al nombre del local, así como de unas seis mesas, siempre dispuestas para disfrutar de los manjares que la carta propone.

El piso superior es más amplio y luminoso. Está precedido por una exposición de manjares  que “El Chino”, el hombre de los secretos en el fogón, coloca a la vista de los visitantes, para su deleite y posterior elección,  siempre auxiliado por la "nena" Navas.
Paquito Acero cuenta que el gran legado que dejó su padre en materia gastronómica fue el llamado Turbante de Mero, una invención que no ha sido superada por ningún otro local en Caracas a pesar de que la receta está a la orden del día. Se trata de un lomo bastante generoso de esta especie, el cual viene relleno con camarones, calamares, champiñones y un bisquet de camarones que corona el plato. Una delicia que cautiva a los visitantes.

En esta materia, son varios los platos que La Tertulia ofrece para  escoger como la cazuela de atún con camarones, por ejemplo. O,  la rueda de Dorado a la campesina, el churrasco de pargo Margarita y la rueda de pargo con guacucos y espárragos. Otras sugerencias no menos atractivas son los medallones de  Mero rellenos con langosta, los taquitos tres sabores y el churrasco de Mero en salsa de camarones.

En cuanto a los platos más solicitados por la clientela que a diario se da cita en el local,  nuestro anfitrión sugiere “las paellas y los asopados" que llegan con toda su prestancia para dos y cuatro personas. Una gloria, para quien la degusta.  De igual manera,  el huésped tiene la opción de escoger entre los medallones de lomito guayanés, el solomillo encebollado y la punta trasera importada. Así como la pierna de cordero, el lechón al horno y la langosta en sus diversas propuestas que se inician con la thermidor y culminan con los medallones que cautivan los paladares de los comensales más exigentes.      

Otras exquisiteces con las que cuenta la carta son: las chuletillas de cordero, el cochinillo al horno, el pernil de cochino en salsa de parchita y por supuesto, no podía faltar, la fabada asturiana, pues Don Jaime Acero era de Busmente, y Consuelo López vino al mundo en Parlero, ambas entidades pertenecientes a la parroquia de Villayón .

Aclara Francisco que para quienes desean un almuerzo liviano, también tienen a la disposición platos como las gambas gigantes, las croquetas de cangrejo o de bacalao, los pimientos de piquillos con camarones, la tortilla de espinacas con camarones,  el mixto de chistorras y morcillas, así como los quesos manchego, el jamón serrano, las cremas y las sopas del día. 

La tertulia dispone de estacionamiento y abre sus puertas de lunes a lunes. El local fue remodelado hace unos quince años para ampliar sus espacios lo que no ha impedido que su habitual clientela lo recuerde como un “rinconcito” en donde beber y tertuliar, fue el motivo de su existencia. Al llegar al salón, pregunten por Jaime Rodríguez quien los guiara en la mejor escogencia

Dirección: Entre las esquinas de Alcabala a Urapal. Parroquia Candelaria. Teléfono: 574-02-76.  

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